¿Por qué esperas algo de mi?,
¿Qué no sabes que las expectativas,
es una de las cosas
que mas te puede dañar?
No esperes nada de mi,
que si lo haces tal vez te decepcione.
No esperes nada de mi,
así lo que haga,
será más grande,
tendrá más valor.
Sabrás que me nace,
y no lo haré por obligación.
No esperes nada de mi,
que yo soy muy recíproco,
y también muy exigente.
Yo pido todo,
y no doy nada.
Dime si alguna vez,
fui como todos los hombres,
dime si alguna vez prometí;
si prometí Amarte,
o prometí arrodillarme.
Dime si en verdad,
alguna vez te fallé...
¡dime!
Dime por favor en qué fue.
Te prometí, sí te prometí,
prometí el no prometer,
y hasta ahora he cumplido.
Por que a demás del de Dios,
no creo en el Amor eterno;
creo en el esfuerzo constante
que lleve a un Amor eterno.
No te prometo quererte,
ni si quiera al instante siguiente,
por que estaría mintiendo,
te estaría engañando.
Por qué no se siquiera
el tiempo que me queda de vida;
por eso no esperes nada de mi.
La vida será más fácil,
para ti y para mi.
Si no esperases nada,
de este que a ti llama.
Por qué cuando te bese,
cuando te abrace,
cuando te haga el Amor,
cuando me hunda en tu Alma,
tendrás o quizá sea yo,
quien tenga una ventaja.
Será inesperado,
será una sorpresa nueva cada día.
Cuando te regale una flor,
o cuando siembre en ti el Amor.
Cuando te hable al oído,
y diga cosas hermosas,
¡tu estarás feliz!
por que daré más de lo que creías podría dar.
¡Te sorprendería a cada instante!
Con mi forma tan peculiar y rara de ser,
¡atención!, que no prometo que te gustará,
pero si será más de lo que creas puedo dar.
Se que me contradigo,
que aseguro algo,
que no debería asegurar.
Lo que intento aclarar,
es que lo único que puedo dar,
es quizá lo peor que hayas podido hallar,
pero espero al día de hoy descubras mi honestidad.
Esa honestidad que te pide,
que te implora,
que te ruega,
que te añora,
desesperar.
Y que al mismo tiempo te implora,
por favor no lo hagas más.
martes, 1 de septiembre de 2015
No te has dado cuenta
No te has dado cuenta
No te has dado cuenta,
que entre la muchedumbre,
siempre estabas tú.
No te has dado cuenta,
que en mis alegrías,
tu eres la protagonista,
y si no, bien has sido la productora.
No te has dado cuenta,
que siempre has sido la musa
de mis poesías. También,
La puta dama de mis fantasías.
No te has dado cuenta,
que mis directas son para ti,
pero sobre todo,
mis indirectas.
No te has dado cuenta,
que siempre te he elegido a ti.
No te has dado cuenta,
que todo lo que has lastimado,
lo he omitido de ti.
No te has dado cuenta,
que cuando no has estado,
alguien más sí ha estado ahí,
pero siempre termino rendido a ti.
No te has dado cuenta,
que cuando no he estado ahí,
es cuando más ocupado de ti estuve;
cuando mi vida renació,
y a los pocos días murió.
No te has dado cuenta,
que esa estrella, esa luz de vida,
me revivió;
pero también morí con ella.
No te has dado cuenta,
que cuando menos he merecido tu Amor,
es cuando más lo he necesitado,
de a deveras. Con pruebas.
Con pruebas de adeveras.
No te has dado cuenta,
¡qué tentaciones he tenido!
y ¡cómo las he superado!
No te has dado cuenta,
que entre la montonera;
cuando estabas lejos,
o cuando estabas cerca;
cuando estaba solo,
o cuando estaba acompañado;
cuando salía con mis amigos,
o cuando eran mis "amiguitas";
cuando procuraba a mis consejeros,
o a mis enemigos.
Siempre estabas tú.
Siempre te elegía a ti.
Siempre te he elegido a ti.
A pesar de tu falta de confianza,
y de tu desesperanza.
A pesar de haberme alejado de ti.
A pesar del mundo,
a pesar de lo sagrado,
a pesar de lo mundano,
a pesar de lo primitivo,
a pesar de lo escaso,
y también de lo sobrado.
Siempre te elegí a ti.
A pesar de mis cincuenta sombras,
a pesar de mis incontables demonios,
a pesar incluso de mi;
a pesar aunque te duela...
....de ti.
viernes, 23 de mayo de 2014
10 Pequeños Hábitos Que Te Roban Tu Felicidad
En última instancia te conviertes en
aquello que haces de manera repetida. Si los hábitos que tienes no
generan un beneficio para ti, directamente te están haciendo daño. Aquí
van algunos ejemplos de esas pequeñas cosas que te privan de la
felicidad, si así lo permites:

1. Concentrarte en la vida de otros y no en la tuya.
No
te conformes con la las historias de éxito de otros y como las cosas se
han dado para ellos, olvidando las tuyas. Tienes todo lo que necesitas
para convertirte en todo lo que eres capaz de ser. Los cambios más
asombrosos ocurren cuando decides tomar el control. Esto significa
“consumir menos, crear más”. Significa negarse a dejar que otros
piensen, hablen y decidan por ti. Significa aprender a respetar y hacer
uso de tus propias ideas para vivir tu vida. Mantén tus mejores deseos y
tus metas más grandes cerca de tu corazón y dedícales tiempo cada día.
Si verdaderamente te ocupas de las cosas que haces y trabajas
diligentemente en ellas, no habrá casi nada que no puedas lograr.
2. Esperar por el momento perfecto.
No
caigas en el mito del momento perfecto. Los momentos no son perfectos,
Son lo que tu quieres que sean. Mucha gente espera a que los astros se
alineen para hacer lo que tienen que hacer. El momento perfecto, la
oportunidad precisa…etc. ¡Despierta! Estos estados de perfección son
mitos. NO EXISTEN. Tu habilidad de crecer a tu máximo potencial está
directamente relacionada a tu voluntad de actuar ante la imperfección.
Serás exitoso si en vez de buscar el momento perfecto, aprendes a ver y a
usar las adversidades de la vida a tu favor.
3. Trabajar sólo por la paga.
Trabajar
sin interés es agobiante. Incluso si eres apasionado en lo que se
refiere a tu trabajo, debes estar, al menos, interesado en ello. Cuando
creas un estilo de vida en el cual tu trabajo es algo con lo que
batallas diariamente para pagar tus cuentas. Terminarás desperdiciando
toda tu vida queriendo que fuera como la de alguien más. Piensa acerca
de eso. Esta es tu vida; tu trabajo ocupa un gran porcentaje de ella. No
se trata del dinero; se trata de ti. Ignora especialmente cuando la
gente dice: “No dejes que tu trabajo te defina”. Medítalo y revierte
este mensaje de la siguiente manera: “Haré el trabajo que me define”. El
interés en tu trabajo mejora la calidad de tu rendimiento y suma
felicidad a tu mente. No lo limites todo a un cheque.
4. Albergar sentimientos de odio.
Como
Martin Luther King Jr. dijo: “La oscuridad no puede expulsar a la
oscuridad, solo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio;
sólo el amor puede hacerlo” Cuando guardamos sentimientos de odio,
eventualmente se pierde lo mejor de nosotros. Toma el control de
nosotros, y en un punto nos olvidamos el motivo del odio y a quién va
dirigido este odio. Luego, naturalmente, esos sentimientos de odio se
vuelven contra nosotros mismos. Todo y todos a quienes odias ocupan un
espacio permanente en tu cabeza y corazón. Así es que, si quieres
eliminar algo o a alguien de tu mente, no odies. En vez de eso,
desconéctate, sigue adelante y no mires atrás.
5. Aferrarse a los miedos y preocupaciones.
Algún
día cuando mires hacia atrás, te darás cuenta que prácticamente ninguna
de tus preocupaciones y ansiedades llegaron a buen termino. Por lo
tanto es mejor darse cuenta de eso ahora. Cuando analizas un par de años
atrás, ¿Cuántas oportunidades de felicidad desperdiciaste por la
preocupación o la negatividad? Aunque no hay nada que puedas hacer para
remediar lo pasado, hay muchas cosas que puedes hacer por las
oportunidades futuras.
6. Fijarse demasiado en las dificultades.
Un
mal día es sólo un mal día. Los tiempos de adversidad inevitablemente
afectarán las condiciones en las que vives y trabajas; sin embargo, no
permitas que afecten quien eres y en que estás enfocado. Todos los días
tiene nuevas lecciones y nuevas posibilidades. Siempre hay una manera de
dar un paso adelante en el camino que escogiste. Hay sucesos que pueden
ser terribles e inevitables, pero siempre tienes una opción.
7. Buscar constantemente alegría momentánea.
Hay
dos variaciones de la alegría en la vida. La pasajera y la que perdura.
La del tipo pasajera se fundamenta en instantes de bienestar material,
mientras que la duradera se logra con el crecimiento gradual de la
mente. De buenas a primeras resulta difícil distinguir la una de la
otra, pero con el tiempo se hace obvio que la última es superior. La
felicidad duradera se sostiene a través de los altos y bajos de la vida,
a través de ellos tu mente se mantiene confiada y en paz. Por otro
lado, cuando las variaciones de la vida te afectan demasiado, ni el más
elaborado confort físico te dará felicidad por mucho tiempo.
8. Tratar de lograr grandes cambios de una sola vez.
Si
quieres lograr un cambio en el mundo, comienza tu entorno más cercano.
Hacer una gran diferencia de una vez, es prácticamente imposible, y el
proceso de intentarlo es extremadamente estresante. En cambio, lograr
una diferencia en un par de vidas, es absolutamente posible e incluso
fácil. Solo debes concentrarte en una persona a la vez y comienza con
los más cercanos. Si quieres hacer cambiar de opinión o de humor a
alguien, a veces, como primer paso tienes que realizar ese cambio en la
gente que rodea a esa persona. Por ejemplo, si haces a una persona reír,
su risa podría hacer reír a otros.
9. Aferrarse a alguien que te hace daño.
A
veces tienes que alejarte de ciertas personas, no porque no te
interesen, sino porque a ellos no les interesas. Cuando alguien te hace
daño una y otra vez, acepta el hecho de que no se preocupa por ti. No es
algo fácil de asumir, pero debes hacerlo. No desperdicies otro segundo
de tu tiempo tratando de impresionarlos o probarles algo.
10. Darle demasiada importancia al atractivo físico.
Enamorarte
locamente de alguien simplemente por su aspecto físico es como elegir
tu comida favorita basada en el color en vez del sabor. No tiene
sentido. Son esas características innatas, invisibles e incalculables
que crean una atracción duradera. ¿Agregarías algún hábito que te quite
la felicidad?
Artículo tomado de: http://www.upsocl.com/inspiracion/10-pequenos-habitos-que-te-roban-tu-felicidad/#
martes, 13 de agosto de 2013
Zonas urbanas con más árboles son también en las que menos delitos se cometen
De acuerdo con un estudio realizado para la ciudad de Philadelphia, las áreas verdes contribuyen a hacer más seguro el espacio público urbano, disminuyendo notablemente los índices de criminalidad.
Uno de los grandes contrates entre la ciudad y el campo es la cantidad de vegetación que se encuentra en cada uno. Las grandes ciudades por lo regular se caracterizan por la cantidad más bien menor de áreas verdes, aunque también es cierto que en décadas recientes son cada vez más constantes los esfuerzos por revertir esta tendencia.
Y más allá de los beneficios inmediatos que conlleva, para quienes viven en una ciudad, encontrarse con una ciudad verde y viva, un estudio reciente ha encontrado que al menos en lo que respecta a Philadelphia, una mayor cantidad de árboles se traduce en una baja de los índices de criminalidad.
La investigación, publicada en el número más reciente de la revista especializada Landscape and Urban Planning, corrió a cargo de Mary K. Wolfe y Jeremy Mennis, del Departamento de Geografía y Estudios Urbanos de la Temple University.
Los académicos recolectaron información sobre los delitos cometidos en la zona desde 2005, clasificándolos por vecindario (cada uno aproximadamente mil personas) y tipo de crimen (asalto callejero, carterismo, robo a casa o negocio y otros; los únicos no incluidos fueron el asesinato y la violación, que son poco usuales en Philadelphia). El siguiente paso fue confrontar esta información con imágenes de un satélite de la NASA capaz de detectar la cantidad de clorofila presente en determinado territorio.
De acuerdo con este ejercicio, la presencia de áreas verdes coincidió con los barrios más seguros y, por el contrario, aquellos donde los índices de criminalidad eran más altos, eran también los que menos vegetación presentaban. Lo interesante es que esta conclusión se mantuvo incluso tomando en cuenta otros factores como la densidad de población y los índices de pobreza y educación de determinada zona.
En cuanto a la posible explicación de este fenómeno, los autores sostienen que, por un lado, las áreas verdes estimulan a las personas a salir y ocupar el espacio público, hacerlo suyo, lo cual debilita la ocurrencia de crímenes. Por otro, la vegetación posee un probado efecto terapéutico, que calma y atempera emociones ligadas con el estrés, la irritabilidad y otros asociados a etapas previas a un acto violento.
La conclusión, por supuesto, todavía es provisional, pero sin duda promisoria, pues presenta un argumento potencialmente incontrovertible para llenar de áreas verdes los espacios urbanos.
Y más allá de los beneficios inmediatos que conlleva, para quienes viven en una ciudad, encontrarse con una ciudad verde y viva, un estudio reciente ha encontrado que al menos en lo que respecta a Philadelphia, una mayor cantidad de árboles se traduce en una baja de los índices de criminalidad.
La investigación, publicada en el número más reciente de la revista especializada Landscape and Urban Planning, corrió a cargo de Mary K. Wolfe y Jeremy Mennis, del Departamento de Geografía y Estudios Urbanos de la Temple University.
Los académicos recolectaron información sobre los delitos cometidos en la zona desde 2005, clasificándolos por vecindario (cada uno aproximadamente mil personas) y tipo de crimen (asalto callejero, carterismo, robo a casa o negocio y otros; los únicos no incluidos fueron el asesinato y la violación, que son poco usuales en Philadelphia). El siguiente paso fue confrontar esta información con imágenes de un satélite de la NASA capaz de detectar la cantidad de clorofila presente en determinado territorio.
De acuerdo con este ejercicio, la presencia de áreas verdes coincidió con los barrios más seguros y, por el contrario, aquellos donde los índices de criminalidad eran más altos, eran también los que menos vegetación presentaban. Lo interesante es que esta conclusión se mantuvo incluso tomando en cuenta otros factores como la densidad de población y los índices de pobreza y educación de determinada zona.
En cuanto a la posible explicación de este fenómeno, los autores sostienen que, por un lado, las áreas verdes estimulan a las personas a salir y ocupar el espacio público, hacerlo suyo, lo cual debilita la ocurrencia de crímenes. Por otro, la vegetación posee un probado efecto terapéutico, que calma y atempera emociones ligadas con el estrés, la irritabilidad y otros asociados a etapas previas a un acto violento.
La conclusión, por supuesto, todavía es provisional, pero sin duda promisoria, pues presenta un argumento potencialmente incontrovertible para llenar de áreas verdes los espacios urbanos.
La teoría de las "ventanas rotas"
En 1969, en la Universidad de Stanford, (USA), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y color.
Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York, y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos, abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes, y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada lugar.
El auto del Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas, ya sea robándose lo utilizable o destruyendo el resto. El de Palo Alto se mantuvo intacto.
Es común atribuir a la pobreza las causas del delito, postura en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras (de derecha y de izquierda).
Pero el experimento no finalizó allí. A la semana, cuando el auto del Bronx estaba deshecho y el de Palo Alto impecable, los investigadores rompieron el vidrio de este último. Como resultado, se desató el mismo proceso que en el Bronx: robo, violencia y vandalismo. ¿Por qué un vidrio roto en el auto del barrio supuestamente "seguro" desata un proceso delictivo?
Es que no se trata de pobreza. Es evidentemente algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Acá viene lo interesante: un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, desinterés, despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia. Es como una sensación de ausencia de ley, de normas, de reglas, algo así como que "vale todo". Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.
En experimentos posteriores, (James Q. Wilson y George Kelling), desarrollaron la "teoría de las ventanas rotas, la misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.
Si se rompe el vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás.
Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importar a nadie, entonces allí se generará el delito.
Si se cometen pequeñas faltas (estacionar en lugar prohibido, exceso de velocidad o no respetar luz roja), y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.
Si permitimos actitudes violentas como algo normal en el desarrollo de los niños, el patrón de desarrollo será de mayor violencia cuando estas personas sean adultas.
Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a los asaltos), serán los delincuentes quienes ocuparán esos espacios.
La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década del 80 en el Metro de Nueva York, en aquellos años el lugar más inseguro de la ciudad. Se comenzó de lo pequeño a lo más grande: grafitis, suciedad, ebriedad, evasiones del pago de pasajes, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes, lográndose hacer del subte un lugar seguro.
En los ?90, Rudolph Giuliani, sobre la base de las "ventanas rotas" y el Metro, impulsó una teoría de "tolerancia cero". La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana. El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.
Cabe aclarar, para la gente de pensamiento "progre", que la expresión "tolerancia cero", si bien podría sonar a una especie de solución autoritaria y represiva, su concepto principal radica en la prevención y promoción de condiciones sociales de Seguridad. No se trata de "linchar al delincuente". No se trata de avalar la prepotencia policial, ya que de hecho, también puede aplicarse la "tolerancia cero" respecto de los abusos de autoridad. No se trata de "tolerancia cero""frente a la persona que comete el delito sino frente al delito mismo.
Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.
Es bueno volver a leer esta teoría y de paso difundirla. La solución a este problema YO NO LA TENGO, ESTIMADO LECTOR pero he comenzado a reparar las ventanas de mi casa, estoy tratando de mejorar los hábitos alimenticios de mi familia, le he pedido a todos los miembros de la familia que evitemos decir malas palabras delante de nuestros hijos, también hemos acordado no mentir, ni siquiera mentiras pequeñas, porque no hay mentiras pequeñas, ni grandes, una mentira es una mentira y punto, hemos acordado aceptar las consecuencias de nuestros actos con valor y responsabilidad, pero sobre todo dar una buena dosis de educación a nuestros hijos, con esto espero comenzar a cambiar en algo lo que antes hubiera hecho mal, he soñado que los míos algún día repitan esto el día de mañana, con la finalidad de que los hijos de mis hijos, o los nietos de mis hijos vean algún día, un nuevo Mundo, un Mundo sin ventanas rotas
SI ESTAS DE ACUERDO, SOLO PASALO ...
PARA QUE CADA DÍA SEAMOS MAS LOS QUE BUSQUEMOS REGENERAR UNA SOCIEDAD HONESTA Y TRABAJADORA
Por Juan Carlos Aiello - Licenciado en Estrategia y Organización Empresarial.
Fuente: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=4781677493743&set=a.1585679355787.2091144.1049860989&type=1&theater
jueves, 7 de marzo de 2013
20 Cosas para iniciar buenas relaciones
Libérate de gente negativa
Deja ir a quienes ya se han ido
Da a la gente oportunidades justas
Muestra amabilidad y respeto
Acepta a las personas como son
Alienta y anima a otros
Haz de tu imperfección algo perfecto
Olvida y sigue hacia adelante
Haz pequeñas cosas todos los días pasa los demás
Siempre se leal
Mantén el contacto con las personas que te importan
Mantén tus promesas y di la verdad
Da lo que quieres recibir
Di lo que piensas y piensa lo que dices
Permite a otros, tomar sus propias decisiones
Habla un poco menos, y escucha un poco más
No digas argumentos mezquinos
Presta atención a la relación contigo mismo
Pon atención en quiénes realmente son tus amigos
Ignora los comentarios poco constructivos y/o dañinos
jueves, 28 de febrero de 2013
Genial o terrible?
Hoy tuve un día que por una parte fue genial y por otra terrible.
Amanecí, dándole GRACIAS A DIOS POR UN EXCELENTE, BELLO Y NUEVO DÍA =)
Luego me entró un dejo de tristeza al recordar los "problemas" en mi vida. Comí, un bonito y delicioso así como nutritivo desayuno, y luego salí de la casa a hacer labores triviales y comunes fuera. En eso encontré un nuevo amigo que sé, es sincero. Preocupandose de mi persona debido a que sabe algunos de mis problemas. Me preguntó por mí.
Después hice algo de lo que más me gusta en la vida: Manejar mientras escucho música. =D
Jajajajaja, me detuve por una situación particular, que me hizo bajar del auto y correr, para alcanzar a una persona.
Conocí a una nueva persona, éste hecho me hizo ponerme nervioso pero también vencer mi timidez, aunque el hecho [por el cual vencí mi timidez] no resultó. Pero fue divertido :P
Después, ocurrió un suceso extraño pero bastante divertido :) conocí a otra persona, que ya había visto antes, no recuerdo dónde, pero volví a ver hace un relativo corto tiempo, pero nos perdimos una vez más. Total que hoy por fín cruzamos palabras.
Continué con mi camino manejando y escuchando música a alto volumen, para llegar a casa y platicar con personas importantes en mi vida :)
Entrada la noche, fui a correr acompañado de mi mejor amiga, mi perrita: Nube. Y sin darme cuenta (después supe por que chequé la distancia con google maps), corrimos cerca de 4 kilómetros, buena distancia para tener años de no correr ni hacer ejercicio :) y realmente tenía ganas de seguir corriendo y aún tenía energías, pero me detuve por que mi perrita ya estaba un tanto agotada y por otro motivo en cierto modo triste que no quiero mencionar.
Encontré en facebook por casualidad a una nueva amiga.
Y por si fuera poco, una persona muy especial, continuó brindándome su amistad y apoyo incondicional :P
En fin, en general fue un bonito día, y respecto a las cosas malas la verdad no quiero hablar de ellas, no quiero que arruinen u opaquen las cosas lindas :)
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